¿La IA se apoderará de los mercados financieros? Entre el algoritmo y la intuición

Czy AI przejmie rynki finansowe? Między algorytmem a intuicją

Hace apenas una década, las predicciones de dominio inteligencia artificial En la Bolsa de Valores sonaba a ciencia ficción. Hoy en día, a medida que los fondos cuantitativos, las inversiones de alta frecuencia (HFT) y las estrategias algorítmicas se convierten en la norma, la pregunta es: "¿La IA se apoderará de los mercados?". Ya no tiene mucho sentido, porque deberíamos preguntarnos cuándo, en qué condiciones y si nosotros, los inversores minoristas, todavía podremos ganar dinero en este mercado.

Las máquinas ya están aquí y tienen ventaja

No se puede negar que el sector financiero fue uno de los primeros en notar el potencial de la inteligencia artificial en el análisis de datos. Los modelos actuales no sólo pueden predecir tendencias, sino también gestionar automáticamente carteras y ejecutar operaciones en tiempo real, basándose en señales que los humanos ni siquiera notarían.

¿Ejemplo? Fondo de Tecnologías Renacentistas, fundado por Jim Simons, fue uno de los pioneros de un enfoque basado únicamente en datos y modelos matemáticos. Las tasas de rendimiento anual promedio superiores al 30% muestran que las máquinas, cuando son programadas por humanos con el conocimiento adecuado, pueden superar al mercado de manera sistemática.

Hoy en día se crean cada vez más estrategias e incluso indicaciones comunes, aunque escritas sucesivamente, para la inteligencia generativa, que generan señales de compra y venta. Mayormente exacto.

¿El elemento humano? NSe necesita adal

Paweł Małmyga en una entrevista para el último número de la revista "Prácticas de mercado" admite:

“La inteligencia artificial es una herramienta poderosa, pero aún requiere que un ser humano formule las preguntas correctas y comprenda los resultados”.

La tecnología puede apoyar la toma de decisiones y acelerar el análisis, pero no le exime de pensar. Małmyga nos recuerda que muchos modelos “funcionan bien hasta que se detienen”, algo que sabemos por casos como el espectacular colapso de Long-Term Capital Management o los fracasos más recientes de los fondos de cobertura.

Bien, pero este es el conocimiento para hoy, cuando la inteligencia artificial tiene un margen limitado para su autodesarrollo. Pero esto está cambiando muy rápidamente. Los modelos de autoaprendizaje y autodesarrollo están surgiendo a un ritmo cada vez más rápido y sus posibilidades son sorprendentemente amplias. Hay muchos indicios de que, tarde o temprano, llegaremos a un punto en que esto se convertirá en un hecho, lo queramos o no.

La trampa del Grial Dorado

Muchos inversores principiantes sueñan con un sistema automático perfecto: simplemente hacer clic y esperar las ganancias. Hoy, sin embargo, esto es una ilusión. Como dice Małmyga, el “Santo Grial” actual de la inversión es una cartera pasiva: compleja, probada con datos históricos y reequilibrada periódicamente. Pero sigue siendo el ser humano quien elige la composición, los parámetros y el momento de la acción.

La IA puede ayudar a encontrar patrones y optimizar la composición de la cartera, pero no decide por nosotros si vale la pena ingresar al mercado hoy con esta volatilidad o si es mejor esperar.

La automatización es un arma de doble filo

En el mismo número de “Praktyka Rynku” los editores señalan:

“La IA ha alcanzado un nivel superior, la automatización de procesos se ha acelerado en todos los sectores, desde la producción industrial hasta el sector servicios”.

Los mercados financieros son líderes en este aspecto, pero la automatización también conlleva riesgos. Los algoritmos que operan con los mismos datos y principios pueden, en una fracción de segundo, conducir al llamado accidentes repentinos – como en 2010, cuando los índices cayeron un 9% en cuestión de minutos, para luego recuperarse inmediatamente después.

La IA sin supervisión implica no sólo el riesgo de tomar malas decisiones, sino también una falta de empatía hacia la volatilidad del mercado causada, por ejemplo, por acontecimientos geopolíticos. Los humanos pueden leer entre líneas, las máquinas tal vez no.

Psicología vs. precisión

Contrariamente a las apariencias, la IA no reemplazará una característica más importante: la gestión de las emociones. Es el ser humano el que tiene que sobrevivir a la pérdida, al pánico, a la falta de sueño o a la tentación de comerciar en exceso. Como recuerda Małmyga, "El pánico funciona como la 'pierna de Elvis' en la escalada: paraliza".. La IA puede reaccionar sin emoción, pero también sin reflexión.

¿Que sigue? Coexistencia, no guerra

En lugar de hacer una pregunta ¿Hombre o máquina?, así que es mejor preguntar "¿Cómo construir un tándem efectivo?". Los inversores experimentados utilizan cada vez más herramientas basadas en IA para generar señales, probar estrategias y analizar el sentimiento. Pero la última palabra (por ahora) todavía la tienen ellos.

El futuro de la inversión pertenecerá a quienes dominen la tecnología pero no pierdan el contacto con la realidad del mercado y su propia psique. Paradójicamente, cuanto más tecnología haya en las finanzas, más importante será la capacidad de hacer preguntas, no sólo a los algoritmos, sino también a nosotros mismos.